El pueblo margariteño es muy apegado a sus tradiciones: orales, culturales, religiosas entre otras.
Desde el siglo XVI, luego de la llegada de los conquistadores y colonizadores españoles, se comenzó por tomar como propios, usos, costumbres, religiones de los europeos y apartar la que por generaciones, como pueblo indígena, veneraban sus ancestros.
La pacificación y evangelización de las comunidades indígenas, a través de las ordenes religiosas que llegaron desde el continente europeo, comenzó a transformar al hombre nativo americano en creyente de la fe de sus conquistadores.
Es en este momento histórico, se da inicio al intercambio comercial, cultural y religioso entre América y Europa,.. mercancías de toda índole eran traficadas, entre ellas muchas religiosas: grandes imágenes talladas en España generalmente para ser colocadas en las iglesias y templos construidos en el territorio americano, eran encargados a los artesanos del viejo continente, retablos con imágenes de la virgen María, rosarios, escapularios y un sin fin de objetos religiosos.
La isla de Cubagua fue el primer asentamiento poblacional del continente expresado en la ciudad de Nueva Càdiz de Cubagua.
Por este tiempo, dicha ciudad comenzaba a ser poblada por muchos exploradores y conquistadores atraídos por la abundancia de perlas en sus alrededores. La ciudad tenía su plaza mayor y su templo para la oración, pero no había ninguna imagen, por lo cual sus pobladores, encargaron a España la de una virgen que transportaron a la isla una vez concluida y entronizaron en su iglesia.
Como nos narra la historia, Nueva Càdiz fue arrasada por un fenómeno natural, que no ha sido muy bien explicado, unos dicen que fue un sismo, otros un huracán, el caso es que, los habitantes de Cubagua huyeron despavoridos hacia la cercana isla de Margarita, trayendo consigo la imagen que tenían en el templo de la virgen María.
Ya en Margarita, fue llevada y entronizada en el Valle del Espíritu Santo, donde comenzó el culto a la virgen bajo la advocación de Marìa del Valle. Sin embargo, existen muchas historia sobre su aparición en el territorio insular, algunos catalogados como mitos y leyendas de la etnia guaiquerì, quienes comenzaron su veneración y a celebrar su fiesta de nacimiento el día 8 de septiembre de cada año.
Durante muchos años los margariteños han mantenido su tradición de ir al Valle del Espíritu Santo cada año a celebrar y pagar promesas ofrecidas por algún favor concedido ante su imagen.
El día 1º de septiembre acuden al santuario a acompañar su bajada o entronización más cerca de la gente, en la nave principal de la iglesia.
La imàgen de la virgen està unida a toda actividad humana realizada en estas islas que conforman el estado Nueva Esparta.
Su culto mariano se ha extendido a todo lo largo del territorio venezolano, especialmente en la costa venezolana.
El dìa 8 de septiembre los pobladores acuden a su santuario a orar y pedir favores por sus seres queridos, por las labores pesqueras,por los estudios, por la salud, o por cualquier otro motivo con un gran fervor. Durante este dìa se celebra una gran feria artistica religiosa en todo el Valle de la Mragarita.
La imagen de la Virgen es fuente de inspiraciòn para poetas, compositores, artistas plàsticos entre otros.