Quebrahacho de Conejeros. |
Al principio, Marcelo Alfonzo, abuelo de mi abuelo, por allá, finales de la década de 1.860, construyó una pequeña vivienda de bahareque justo en el centro de su propiedad junto a su sombra.
Desde allí,sentado en un banco de piedra, observaba sus sembradíos consistentes en: yuca, frijol, ciruelas, y muchos otros productos con los cuales alimentaba a su familia.
En este quebrahacho amarraba sus animales, y descansaba bajo su sombra en los días de calor.
Marcelo Alfonzo tuvo una hija llamada Juana Irene, quien casó con el joven Domingo Salazar,quien era buzo pescador de perlas, de cuya unión nacieron: Marcelino, Juana Irene, Mercedes (mi abuelo). Ellos heredaron el conuco y lo dividieron en partes iguales, que luego cedieron a sus hijos, sin embargo, pensando en el futuro, dejaron el sitio donde estaba este árbol como una vereda, para preservar su vida, con el tiempo, después de mas de cien años, se elevó la vereda a calle y fue asfaltada, pero siempre se respetó el quebrahacho.
Por esta temporada, pierde sus hojas y muestra su viejo tronco gris, pero al recibir las primeras gotas de lluvia, vuelve a reverdecer y mostrarse joven.
Desde que visitaba este conuco en mi infancia, he podido observarlo como siempre con sus ramas extendidas, cobijando a quien lo necesite para descansar del calor del sol luego de la faena diaria.
Sin
duda este árbol es un patrimonio de mi ciudad y de mi familia,
esperamos conservarlo por muchos años, para que dè su sombra a las
nuevas generaciones.