FABRICA DE CONSERVAS DE PESCADO "FRANCISCO FAJARDO" DE PORLAMAR. por FPDV.


La fábrica de enlatados del Sr Pardo que funcionaba en el sector Bella Vista de Porlamar fue mudada a otro estado, a Cumanà, en el estado Sucre,y, como la industria de elaboración de conservas de pescado comenzaba a mostrar su ascenso en el gusto por los enlatados, los marinos  margariteños, Marcelino y Mercedes Alfonzo conjuntamente con unos empresarios de Porlamar como lo fueron:  Manuel Rodulfo, Alejandro Mujica, Nicasio Fernández, fundaron una fábrica donde emplearon a parte del personal que laboró en la fábrica de conservas de pescado del Sr. Pardo y habían quedado sin trabajo al mudarla a tierra firme. 
Sector Bella Vista en la actualidad.
La bautizaron con el nombre de "FRANCISCO FAJARDO" e igualmente, funcionó en el sector Bella Vista, frente al mar porlamarense.
Autoclave para enlatados

 Aquí se enlataban moluscos como la "tripa de perla", pepitona, pescados como el atún, y se extraía aceite de hígado de tiburón, además exportaban aletas, dientes y piel del mismo pez al extranjero, ya que un conocido comerciante, el Sr Ramón Hung, lo solicitaba con mucha frecuencia por su demanda en sitios lejanos. En esta fábrica se comenzó a procesar las conservas de frutas.
laboratorio del Sr Mercedes para elaboración de enlatados

Màquina cerradora de latas manual.

La fábrica se mantuvo por varios años, hasta que los socios decidieron disolver la sociedad en 1945, buscando otros recursos para poder subsistir, ya que la economía margariteña se encontraba muy deprimida y el negocio de las conservas de pescado dejaba muchas pérdidas. En las gráficas vemos algunos elementos que se empleaban para la elaboración de los enlatados.

laboratorio del Sr Mercedes Alfonzo. Familia Alfonzo

LA FABRICA DE ENLATADOS DEL SR. PARDO EN PORLAMAR DÉCADA DE LOS 40 por FPDV.


A finales de los años 30, comenzó en Margarita las actividades  una fábrica para enlatado de conservas de pescado, cuyo propietario era  el Sr Pardo.
 Esta comenzó a funcionar en la casa de la familia Pardo en la calle La Marina de Porlamar, más tarde se mudaron al sector  Bella Vista, frente a la bahía. 
En esta empresa laboraban hombres y mujeres que preparaban el pescado para ser enlatado y enviado a toda Venezuela.
 Mercedes Alfonzo comenzó su nuevo oficio de técnico “empotador” de conservas de pescado. Velaba porque éste producto mantuviera la calidad necesaria para el consumo de la población. Sardinas, pepitonas, todo producto del mar que pudiera ser confeccionado en forma de enlatado era empleado con gran esmero por el personal de la fábrica.

 Por razones personales el Sr Pardo vendió la fábrica a un señor de apellido Amilibia  de origen español y éste la mudó a Cumaná, por lo cual no quedó quien hiciera el trabajo en Margarita.


EL OFICIO DE "EMPOTADOR" DE CONSERVAS DE PESCADO. por FPDV.


Para el Sr Mercedes  el trabajo como cabo de vida culminó con la aventura al  Mar Rojo, después de allí decidió buscar otro oficio para llevar el pan a su familia. 
Como ya sabemos era autodidacta, le gustaba mucho leer temas de cualquier naturaleza que estuvieran a su alcance. Mientras estuvo en el extranjero creció su horizonte en cuanto a los oficios.
 En tantas horas en el mar mientras esperaba por el buzo, leía y escribía en su bitácora o aprendía palabras del idioma árabe, se interesó  por temas místicos y comenzó a estudiar los libros del maestro Joaquín Trincado. 
En la India sobre todo, viendo a los encantadores de serpientes y actos de magia callejera, aprendió varios trucos con los cuales deleitaba a sus hijos, vecinos y amigos que lo visitaban para escuchar de sus labios lo ocurrido en el Mar Rojo. 
Se acercaba hasta la Plaza Mariño de El Valle, en épocas de fiesta de la Virgen, y hacia sus trucos: abría una especie de  atril rojo brillante donde colocaba una gran botella de cristal la cual cubría en la parte de arriba con terciopelo negro adornado con collares dorador y plateados y piedras de colores brillantes que trajo de  la India, que en su interior contenía unos muñequitos con estos nombres: Teodorito, Dorila y Panchito, éstos obedecían  sus ordenes y ofrecía a los interesados “sacar” un papelito con el signo zodiacal y “decirle” la suerte. 
Allá, en África, también tuvo que trabajar como cocinero de a bordo, le encantaba esta actividad, aprendió  y practicó muchísimas recetas que preparaba para sus compañeros con el sabor de su patria chica, y por eso  comenzó un curso por correspondencia sobre la técnica de enlatar pescado cuando ya se encontraba en Margarita. Pensó que aquí esta actividad podía tener futuro, así que se preparó para ejercer este nuevo oficio; técnico enlatador de conservas de pescado.
 Con mucha paciencia leyó y practicó los procedimientos descritos, el curso venía acompañado por un laboratorio y comenzó su nuevo trabajo. Conoció al Sr Pardo, quien era  empresario y se dio a conocer como técnico de enlatados. Entre los dos armaron la fábrica de conservas. 
Su oficio allí consistía en seleccionar lo mejor que los pescadores trajeran hasta el muelle de la fábrica, se descartaban peces muy pequeños o no aptos para el consumo humano, luego las mujeres recogían en sus enormes maras los elegidos y procedían a lavar cuidadosamente el alimento para luego pasarlo a la cocina donde Mercedes daba las instrucciones necesarias a los ayudantes para desmenuzar el pescado, colocarlo en las grandes ollas, se sancochaban hasta un punto específico que él controlaba, para que durante el procedimiento en el auto clave no se dañara la calidad del producto, luego se dejaba en reposo por unas horas, se tomaban la cantidad de latas necesarias, se esterilizaban conjuntamente con las tapas, para esto los ayudantes  debían ser sumamente cuidadosos y luego se colocaban todas las latas en un gran mesón de madera donde se iban llenando con el producto cocido, se le colocaban las tapas y se procedía a llevarlas a las cerradoras manuales, donde otro grupo de personas las apilaba  para ser llevadas al autoclave o retorta, se sometían a una temperatura estimada durante casi  toda la noche, luego se dejaba enfriar y al sacarlas se seleccionaban, aquellas latas de conserva abolladas o infladas eran descartadas, de allí se llevaban a las cajas dispuestas y se etiquetaban con el logo de la fábrica o compañía.  

DIARIO DEL SEÑOR MERCEDES ALFONZO SOBRE EL VIAJE AL MAR ROJO. Por FPDV.



Diario al Mar Rojo. Propiedad de la Familia Alfonzo Mendoza.

Diario al Mar Rojo








Hasta el presente ha estado guardado en poder de la familia Alfonzo Mendoza, ningún particular ha tenido acceso a él y sólo se han hecho breves  referencias al respecto.
 En 1978 el Concejo Municipal de Mariño hizo un reconocimiento a los sobrevivientes de esta aventura, ya para ese entonces el Sr Mercedes, tenía 79 años, pero su mente estaba lúcida, y el periodista José Lira Sosa le hizo una entrevista para el diario Impacto de Margarita  donde narró todos los acontecimientos de dicho viaje.
He aqui otros reportajes aparecidos en la prensa durante algunos años recopilados por la Sra Marìa Margarita Alfonzo, hija del Sr Mercedes:








UNA AVENTURA EN EL MAR ROJO. por FLOR PATIÑO DE V


el Sr Mercedes Alfonzo


Hace unos cuantos años(2011), escribí esta crónica basada en artículos de prensa de la época, narraciones orales que escuché personalmente a mi abuelo Mercedes y a mi familia cuando contaban esta increíble historia en las reuniones familiares, que me inspiraron a contarles los acontecimientos.
Mercedes Gerardo Alfonzo era una persona muy amigable, tenía mucha gente que lo apreciaba, sin ninguna condición, el trato era siempre el mejor para sus amigos y conocidos. Ya en la isla los ostrales mostraban señales de haberse agotado y cada día les costaba más conseguir para el sustento diario.
Maria Cantalicia Mendoza de Alfonzo
 Por eso durante la temporada de la madreperla se desplazaban entre el Morro, Punta Mosquito; Punta del Morro, Punta Ballena, Punta de Piedra, Punta de Mangle; cabecera de Coche, Cubagua, Macanao y muchos otros lugares. Durante la década de 1920, conoció a una joven porlamarense y, el día 6 de diciembre de 1923, contrae nupcias con María Cantalicia Mendoza, hija de Concepción Mendoza y Matilde Salazar, vecinos de la calle Guilarte, detrás del colegio de las monjas carmelitas, cerca del centro de Porlamar.
 La vida comenzó a hacerse más difícil al llegar los primeros hijos al matrimonio, por esto aceptó trabajar fuera de la isla para la compañía perlífera. 
Mientras laboraba en la playa conoció al dueño de la compañía, Salim Abouhamad, extranjero “turco” para mas señas,  con él entabló una amistad muy estrecha. Salím, según decían, era un hombre con mucho dinero y poder, éste tenía lazos de compadrazgo con algunos buzos que trabajaban la perla, sobre todo con Miguel Fernández, según una fuente escrita citada por el diario Caribazo en 1994 de Francisco N Castillo;éste conjuntamente con Salím planearon hacer una expedición e ir a pescar perlas a la India, así que empezaron a contactar a aquellos buzos y cabos de vida que estuvieran interesados en conseguir un mejor ingreso para sus familias. 
Marcelino no quiso participar pero Mercedes aceptó ir en calidad de cabo de vida.
 El grupo se conformó así:
 Buzos: Hilario Brito, Luis Suárez, Cheíto González y Miguel Fernández.
 Cabos de vida: Mercedes Alfonzo, Luis María Suárez, Gregorio Suárez  y “Cacho” Suárez.
Marineros: Rafael Hernández, Augusto Suárez, Felipe Suárez, Pedro Millán, “Chano” Fernández, Cirilo Lozada, Cruz Suárez y Ramón Suárez.
Caporal del barco: Patricio Fernández.
Este viaje se salió de lo planeado con anterioridad, partieron el 24 de julio de 1934, desde La Guaira, rumbo a la India pero durante la travesía  cambiaron el destino hacia el Mar Rojo, durante 14 meses no se tuvo ninguna noticia sobre los viajeros.
 Regresaron a Margarita el 7 de septiembre de 1935. Durante este periodo de tiempo Mercedes Alfonzo escribió un pequeño diario donde día a día registraba lo acontecido en el campamento, los días, puertos, ciudades, sus impresiones sobre la vida en el otro lado del mundo: Eritrea, el Mar Rojo, Alejandría, Egipto, el Canal de Suez, las pirámides, Europa, sus esfuerzos por retornar a Venezuela en tiempos con aires de inicio de la segunda  guerra mundial. Salim los vendió con compañía y todo por allá, porque no obtuvo beneficios en esta aventura. 
Regresan justamente el día del Rosario de la Virgen del Valle, el 7 de septiembre de 1935 y fueron recibidos por todo el pueblo quienes, casi en procesión, los acompañaron  a pagar la promesa ante la imagen de la purísima a la cual llevaron ofrendas traídas desde el viejo continente, consistente en velas con diseños muy elaborados y otros milagros. 
Vinieron con menos recursos monetarios que cuando se marcharon y sus familiares lloraron de alegría por el regreso.

¿QUE ES UN CABO DE VIDA? por FPDV



Mercedes en playa El Agua  1.960

Cabo de Vida.
Según los entendidos en artes  náuticas, cabo es el término que se utiliza en marinería para denominar a las cuerdas hechas con fibras de cualquier naturaleza, igualmente, se designa como cabo a  los marinos que tienen un grado arriba de los marineros y se les designa por el puesto que ocupan en la embarcación: cabo de mar, cabo de cañón,(SALVAT 1978) en este caso quien cuida la línea de vida y protección del buzo cuando se encuentra en el fondo del mar es su cabo de vida,  
Mercedes Alfonzo comenzó en este oficio tan delicado desde pequeño, aprendiendo de todos los involucrados en el arte de la pesca submarina. Su padre, Domingo Salazar, había sido buzo y, luego su hermano Marcelino Alfonzo, a quien le unían estrechos lazos fraternales, lo colocó como su protector cuando le tocaba ir al fondo.
 La vida del buzo era agotadora y arriesgada, horas y horas sumergidos, respirando por una manguera delgada por la cual le llegaba el aire (oxígeno) que debía ser insuflado por una máquina compuesta por una gran rueda de metal con una manilla y un pequeño aparato que hacía las veces de compresor que  manualmente no podía dejarse de girar, pues de otra forma, el buzo podía morir en lo profundo del mar, además podía sufrir de daño cerebral al ser subido muy rápidamente a la superficie.
 Este era el oficio que emprendió Mercedes, primero con su hermano y luego, al ganarse el respeto de la comunidad que hacía vida en la costa porlamarense, al ver su capacidad y grado de responsabilidad, con otros buceadores que confiaron en su habilidad y probada calidad humana, éstos  pusieron en sus manos su vida para no dejarlos morir allá abajo. Según contaba el propio Mercedes, la jornada se iniciaba al amanecer cuando se embarcaban en el bote con todos los implementos necesarios, éstos debían ser revisados antes de salir para evitar accidentes, luego al llegar al sitio marcado por el patrón del bote, debía ayudar al buzo a ponerse  el traje de lona pesado, colocarle las botas y asegurárselas a los tobillos, abrocharle el cinturón hecho con plomo del cual colgaba una bolsa hecha de tela de saco, para luego colocarle la escafandra y verificar que  la manguera estuviera  conectada a la máquina, el buzo se colocaba en el borde de la embarcación y de allí se dejaba caer al agua. 
Mientras el cabo de vida debía comenzar con su tarea de usar la manigueta y vigilar que durante la caída la manguera no se enredara y no pudiera pasar el aire, observar el tiempo por cualquier ventolera no prevista y dar señales al buzo por medio de una cuerda. Estas señales ya eran convenidas entre los dos. 
El buzo extraía las madreperlas, las colocaba en el saco, cuando éste estaba lleno, daba señales al cabo de vida para que las subiera a la lancha, allí  las iba almacenando en grandes cestas de ojo. Al trasladarlas a la ranchería, un grupo de pescadores  abría las conchas, extraía las perlas  y las iban colocando a su lado en un envase lleno de agua, el resto o tripa la cocinaban en grandes cacerolas para ser consumidas.
 Este oficio lo hacía con gran destreza y le llevó a viajar con Marcelino por las cercanas islas, luego a Colombia, más tarde a Costa Rica, hasta su gran cenit, su aventura con 17 compañeros   al Mar Rojo, entre el continente africano y las costas de Asia.

DE CABO DE VIDA A "EMPOTADOR" DE PESCADO por FLOR PATIÑO DE VELASQUEZ



La vida de Mercedes Alfonzo.
   En Margarita han trabajado muy duro hombres y mujeres del pueblo que se destacaron por su espíritu inquebrantable sacando a sus familias adelante con su labor diaria. Uno de ellos fue el Sr Mercedes  Gerardo Alfonzo (1899-1982), quien en el inicio del siglo XX se destacó por su noble personalidad y actitud emprendedora de actividades económicas poco conocidas.
 Mercedes tuvo una vida con episodios muy particulares, al realizar oficios de difícil desempeño como ser cabo de vida, y “empotador” de pescado en las primeras fábricas instaladas en la isla, hechos que merecen ser resaltados y conocidos por toda Venezuela por ser parte de la cultura popular de ésta tierra. 
Para este relato se buscó información en diversos documentos escritos que se archivan en la casa de la familia Alfonzo además de las fuentes orales de personas que conocieron su vida.
En mi niñez escuchaba los relatos de mi abuelo acerca de sus aventuras  en la pesca de perlas, esto me motivó a indagar sobre la historia de mi familia, surge la inquietud por conocer la identidad de mis abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, pues en mi familia han pasado, de generación en generación, algunos datos sobre ellos. Específicamente de la parte materna, a través del rastreo de  la familia de mi abuelo Mercedes Alfonzo, quien era pescador de perlas, pero, su oficio en dicha labor era la de cabo de vida. Este la ejercía la mitad del año mientras se llevaba a cabo la temporada de la concha de perla entre los meses de enero y junio.
 Los otros meses se dedicaba a fabricar tejas y ladrillos para la construcción de casas, en la tejería de su primo político Florentino Rivera, ubicada en el Poblado, 
Según relatos orales, recogidos en el seno familiar, para 1860 probablemente, aparecen  ascendentes de Mercedes, sus abuelos específicamente, fueron conocidos con el nombre de Alcira y Rufino Salazar, quienes tuvieron un hijo: Domingo;  Marcelo y Juana Alfonzo una hija de nombre  Juana Irene. Domingo Salazar, de profesión buzo, se casó con la joven Juana Irene Alfonzo por los años de 1889 o 1890, de  esta unión nacieron cuatro niños: Marcelino (1.891-1.965), Irene Leonor (+), Dominga Beatriz (+) y Mercedes Gerardo (1.899-1.982). Éste   nació  en el caserío La Cruz Grande, el 24 de septiembre de 1899. A los pocos días de nacido, falleció su progenitora, por lo cual sus tías maternas y primas, los toman bajo su cuidado. 
No se tienen noticias de lo ocurrido con Dominga Beatriz, pero sí de Irene Leonor, la cual murió siendo todavía una niña. Asimismo no existen noticias sobre el papel de los abuelos de los niños en su crianza. Fue creciendo el niño Mercedes muy apegado a su hermano mayor, quien decide, casi en la adolescencia, seguir los pasos en el oficio de su padre Domingo: buzo pescador de perlas.
 En esos años de inicio del siglo XX la situación para las familias margariteñas era muy precaria. La tierra era casi improductiva motivado a la carencia de agua dulce, la extracción de las perlas todavía podía mantenerse pero no era productiva. 
Subsistían con lo que les dejaba la pesca y lo poquito que sembraban en los conucos cerca de la casa, o lo de la venta de las tejas y ladrillos, por eso Marcelino decidió ponerse el traje de lona gruesa impermeable, las botas de suela de bronce, el “cabezote” (escafandra) como decían ellos y hacerse a la mar  e ir  con la práctica  aprendiendo el oficio que tradicionalmente se heredaba de padres a hijos. 
Según el profesor Subero, citando a Pablo Vila 1963 en su libro “las actividades perlíferas y sus vicisitudes en Venezuela”, en 1828 comenzó a emplearse por primera vez en Venezuela la escafandra y el traje impermeable con casco metálico, el buzo podía mantenerse bajo el agua suministrándosele aire por un sistema de bomba. Todo buzo debía tener su personal de confianza que le ayudara con los aperos e indumentaria necesaria para realizar el trabajo, específicamente un “Cabo de Vida”, así que ¿quién mejor que su hermano menor Mercedes para hacerlo?

Historia de personajes margariteños. LA PESCA DE PERLAS. por FPd V


        Desde tiempos inmemorables los pobladores de las islas del oriente venezolano dependían de los productos que la cercanía del mar les ofrecía.
 Por eso la historia y las  tradiciones de nuestros pueblos son  parte indisoluble de nuestro futuro. La perla, ese  cuerpo pequeño, duro y nacarado, producido por un parásito en la ostra o madreperla que  crece y se desarrolla en sitios que por su abundancia en plantas marinas reciben el nombre de ramas, desató una gran codicia por parte de los conquistadores del territorio neoespartano. 
En textos antiguos, como los escritos de Bartolomé de las Casas recogidos por el profesor Subero 1989, se encuentran citas como la siguiente “la tiranía que los españoles ejercían contra los indios en el sacar o pescar  de perlas, es una de las más crueles y condenadas cosas que  pueden ser en el mundo”… al referirse a la incipiente labor de extraer dichas gemas del fondo del mar,  para el año 1520 fue  otorgada la primera licencia para pescar perlas con un rastro en Cubagua. Sin embargo, tanto afán del conquistador y colonizador  lleva a agotar la producción en Cubagua.
 Para el año 1527 “del fondo de los rocosos mares los indios y los negros africanos, en medio año bucearon mil doscientos marcos de Margaritas. Se les obligaba a zambullirse y se le marcaba con candente hierro una grande y visible C en la frente y en el brazo.” (SUBERO 1989).
 Allí comenzó la dependencia de la economía de muchos hogares, primero cubagüeses y luego margariteños. Pasados varios siglos sin referencias de esta actividad, en 1812, durante los años de independencia se intenta retomar la pesca de perlas, según información recogida por Pablo Vila  en su obra sobre las actividades perlíferas y sus vicisitudes en Venezuela 1963, pero hasta 1823 por decreto el Congreso de Colombia concede a una compañía inglesa, Rundell, Bridge y Rundell, el derecho exclusivo de pescar perlas con máquinas en las costas de la nación  según fue recogido por la Fundación Boulton 1964 en su obra Pesca de Perla ilegal en Cubagua. Nº 6 Caracas. (Véase SUBERO 1989).

DATOS GEOGRÁFICOS DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA


EXTENSIÓN: 916.445 KM2
LIMITES: 
NORTE: MARES TERRITORIALES DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, ANTILLAS NEERLANDESAS, PUERTO RICO, ISLAS VÍRGENES, MARTINICA, GUADALUPE Y TRINIDAD Y TOBAGO.
SUR: República Federativa del Brasil y República de Colombia.
ESTE: Océano Atlántico y República de Guyana
OESTE: República de Colombia.
POBLACIÓN: 27.073.726 h.
CAPITAL: Caracas.
DIVISIÓN ADMINISTRATIVA: 23 ESTADOS, 1 Distrito Capital y Dependencias Federales.
GENTILICIO: Venezolano
FORMA DE ESTADO: REPÚBLICA FEDERAL.
SISTEMA DE GOBIERNO: Democracia Participativa.
IDIOMA: Español, con reconocimiento según la Constitución de los idiomas indígenas.
MONEDA: bolívar
TASA DE NATALIDAD: 20.31%o
TASA DE MORTALIDAD: 5.09%
PIB por habitante: 4.800 dolares.

GEOGRAFÍA:
Estado de América del Sur. Los diversos grupos étnicos se reparten entre un 69% de mestizos, 20% de blancos, 9% de negros y 2% de indígenas. La población se concentra predominantemente en las ciudades, especialmente en la zona norte costera del país. La economía se basa en los recursos petroleros. se cultivan café, cacao, caña de azúcar, maíz, papa, carotas, piña, cambur, yuca, tomate, sorgo, plátanos y arroz, entre otros rubros.Se cría ganaderìa bovina, porcina, caballar y caprina. También merecen mención la pesca, los recursos forestales y la minería del hierro, gas natural, oro y diamantes. En el sector industrial sobresalen, aparte de las refinerías de petróleo, la producción cementera, alimentaria, textil, tabacalera, química y siderúrgica, el montaje de vehículos y la petroquìmica.

BIENVENIDA A ISLA DE MARGARITA. VENEZUELA

VISTA DEL MAR EN JUANGRIEGO.
Este blogs está dirigido a toda persona interesada en la geografía e historia regional de Venezuela, en especial del Estado Nueva Esparta. Aquì se aportarán datos y documentos valederos de historia y geografía de Venezuela, sobre todo investigaciones acerca de la cultura popular margariteña.

CONOCE A MARGARITA LA ISLA EN EL CARIBE

Hola, hoy quiero hacerles una invitación especial a visitar nuestra isla de Margarita, en el caribe venezolano Disfruta de su música, costum...